Rev. Ciencias Sociales #184. 2024 (II)
ISSN Impreso: 0482-5276 ISSN ELECTRÓNICO: 2215-2601


Reconstrucción del discurso social sobre la desigualdad en Costa Rica, 2014-20221

Reconstruction of the social discourse on inequality in Costa Rica, 2014-2022

Pablo Carballo Chaves*

Tipo de documento: artículo académico
Fecha de ingreso: 09/08/2023 • Fecha de aceptación: 17/05/2024

Resumen

En este artículo se continúa la reflexión sobre la desigualdad social en Costa Rica desde la categoría del discurso social, a partir de una estrategia metodológica cualitativa. Desde esta categoría se reconstruye, a partir de grupos narrativos (la élite de gobierno, la oposición parlamentaria y los sindicatos), lo que se ha venido creando sobre la desigualdad social en función de sus interacciones. El análisis se centra en cuatro períodos de gobierno que van desde 2006 hasta el 2022, en los cuales dos partidos políticos han estado en el gobierno, cada uno de manera consecutiva, estos son: el Partido Liberación Nacional y el Partido Acción Ciudadana. Para esta segunda parte del estudio se considera el periodo de 2014-2022, y recuperando lo trabajado en la primera parte. Entre las conclusiones más importantes están el papel de la desigualdad social en la creación de un clima de injusticia que ha permitido que surjan nuevas élites de gobierno, así como nuevos líderes sociales, entre los que ha aparecido un liderazgo conservador religioso reclamando presencia sociopolítica.

Palabras clave: Costa Rica, desigualdad social, derechos sociales y económicos, discurso

Abstract

The article continues the analysis about the category of social discourse on social inequality in Costa Rica using a qualitative methodology. With this category we rebuilt, from group narratives -the government elite, the parliamentary opposition and the unions- what has been created on social inequality based on their interactions. It has been taken in consideration four periods of government that go from 2006 to 2022. Containing two political parties being government, each in a consecutive period; first Liberación Nacional Party and then Acción Ciudadana Party. For this second part of the study, the period 2006-2014 is considered, and recovering what was worked previously on the first part. Among the most important conclusions there is that social inequality has created a climate of injustice that has allowed new government elites to emerge, as well as new social leaders, among which a conservative religious leadership has emerged with social-political interests. Due to the extension, this work is divided into two parts, this being the first.

And recovering what was worked previously on the first part.

Keywords: Costa Rica, social inequality, social and economic rights, discourse

_________

* Escuela de Sociología de la Universidad de Costa Rica, Mercedes de Montes de Oca, San José, Costa Rica.
https://orcid.org/0000-0003-1109-4826
arballopablo@gmail.com

1. INTRODUCCIÓN

En este artículo se retoma lo propuesto en la primera parte publicada en el número 183 de la Revista de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica2. Se recuerdan algunos elementos importantes a tomar en cuenta al momento de continuar este proceso de análisis. En primer lugar, la pregunta de investigación que consiste en: ¿cómo se ha reconstruido el discurso social sobre la desigualdad social en Costa Rica desde el año 2006 y hasta el 2020?, y que se desarrolla en cuatro períodos presidenciales divididos por dos gobiernos consecutivos por partido político: el Partido Liberación Nacional (PLN) desde 2006 hasta el 2014 y el Partido Acción Ciudadana (PAC) desde el 2014 hasta el 2022. Los primeros dos gobiernos se desarrollaron en la parte 1 del estudio, y en esta parte 2, los períodos que corresponden desde 2014 hasta 2022 bajo el partido Acción Ciudadana. También recordando que estas dos partes corresponden a una investigación más grande3.

La reflexión teórica está contemplada bajo un esquema de discurso social, esto quiere decir que hay una centralidad en el estudio del discurso desde el contexto e intereses sociopolíticos: “El análisis de discurso se realiza, por tanto, necesariamente de manera comparativa: lo que dota de valor social a un discurso es su diferencia/distancia respecto a otros textos4/discursos que se encuentran en el mismo medio social y con los que dialoga” (Herzog y Ruiz, 2019, p. 19). Se empleó la categoría de grupo narrativo para aglutinar un grupo específico que produce un discurso con alcance de orden social y nacional. Los grupos narrativos son: élite de gobierno, oposición parlamentaria y sindicatos. La organización de cada uno de estos grupos se hizo bajo las dos categorías centrales de desigualdad: redistribución y reconocimiento; y las categorías discursivas de: narración, argumentos e intereses (Carballo, 2020). Para una profundización teórica se puede leer la parte 1 ya indicada.

También, la metodología fue descrita en la parte 1 ya publicada. Se recuerda puntualmente de ella que es una investigación de orden cualitativa, lo cual redunda principalmente en una comprensión interpretativa asociada a la temática de la desigualdad. Las técnicas usadas fueron la entrevista en profundidad (Taylor y Bogdan, 2010) que centra los diálogos sobre puntos específicos que son ampliados; y el análisis de discurso (Chilton y Schaffner, 2000), que permite abordar la argumentación y visión de mundo. Se realizaron 49 entrevistas y el procesamiento de la información se realizó mediante el programa Atlas Ti (versión 7.0) de los cuales surgen códigos clave. Se crearon códigos específicos para clasificar la información según las categorías expuestas en el marco teórico. De nuevo, se puede recurrir a la primera parte para una amplitud del enfoque metodológico.

2. ANÁLISIS DISCURSIVO-HISTÓRICO DE LOS GRUPOS NARRATIVOS

Élites gobierno, oposición parlamentaria y sindicatos

2.1. PERÍODO DE GOBIERNO 2014-2018

En el año 2014, el gobierno de Costa Rica fue del Partido Acción Ciudadana (PAC), siendo el presidente Luis Guillermo Solís. Por primera vez en más de 50 años un partido que no fuera Liberación Nacional (PLN) o el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), o una coalición de partidos, logra ganar y ser gobierno. La campaña del PAC estuvo estructurada desde la idea de cambio y de una idea de nueva formación política. El PAC mostró una versión más progresista y dentro de su programa de gobierno incluyó temas en esa dirección como la atención a la población LGBTIQ+, así como también una atención clara sobre las personas con discapacidades. Además, la campaña estuvo asociada con la noción de recuperar la idea de centro político que Liberación Nacional había resguardado desde hace muchos años (Carballo, 2015). En el marco de un apoyo importante como lo fueron los sindicatos, así como otros grupos sociales como el entorno académico, el PAC ganó las elecciones e inició con una gran expectativa su primera gestión presidencial.

Pese a que el PAC gana las elecciones presidenciales, en la Asamblea Legislativa el partido con más diputados seguía siendo Liberación Nacional, y después el mismo PAC. La conglomeración de fuerzas en el parlamento se mostró fragmentada. Incluso, la presencia de muchos diputados del partido de Izquierda —Frente Amplio— durante ese período fue novedoso, ya que durante gran parte la tendencia de los principales partidos políticos en la Asamblea era de centro derecha, desde la aparición del PUSC en los años ochenta, en el marco de la aprobación y ejecución de los primeros programas de ajuste estructural (PAEs) propiciados por las iniciativas del Fondo Monetario Internacional. Se señala que el “Proceso que inició en la segunda mitad de la década de 1980 durante la primera administración de Óscar Arias del PLN y culminaría en la primera mitad de la década de 1990 durante la administración de Rafael Ángel Calderón Fournier, del partido Unidad Social Cristiana formado recientemente” (Carballo, 2020, pp. 165-166).

Durante el gobierno de Solís, la crisis fiscal del país se manifestó. A mediados de esta administración empezó a ser más evidente y por lo cual recibió muchas críticas sostenidas por parte de la Asamblea Legislativa. Se empezaron a realizar algunas gestiones de contención del gasto, así como se empezó a valorar una reforma tributaria, que vendría a ser enviada y aprobada hasta el segundo mandato del PAC. Los cuestionamientos sobre el manejo de la situación económica fueron en gran parte la principal crítica que salía del parlamento sobre la gestión del presidente Solís. Liberación Nacional representaba la oposición desde el punto de la tradición liberal de la política costarricense, por lo que:

Muchos de los señalamientos de la inversión social del PAC eran cuestionados por la lógica de gestión del neoliberalismo del PLN, directamente ubicados en los discursos de la empresa (Alonso y Fernández, 2018). Pero de parte de los sindicatos y varios sectores sociales si vieron con mejores ojos dicha gestión. Los criterios de gestión económica fue el punto de tensión, debido al enfoque más social que la administración Solís propuso (Carballo, 2020, p. 166).

El programa clave que centralizó mucho de los esfuerzos de inversión social de la administración Solís fue el programa “Puente al Desarrollo”, que por un lado era una mejoría de atención técnica, así como una mirada más multidimensional del problema de la pobreza y reducción de la desigualdad, ya que lo que proponía era una articulación de una serie de programas que ya existían pero que no lograban actuar efectivamente en la reducción de la pobreza histórica costarricense ubicada alrededor del 20% de la población (Programa del Estado de la Nación y Desarrollo Sostenible, 2019). En la tabla 1 se muestran fragmentos que abordan el período según la temática estudiada.

Tabla 1. Expresiones de los grupos narrativos y especialistas sobre “Puente al Desarrollo” y DD. HH., durante el período de gobierno 2014-2018

Fuente: Elaboración propia con fragmentos de las entrevistas (2019) procesadas en Atlas Ti.

1. Comentario hecho en el Semanario Universidad, véase: https://semanariouniversidad.com/pais/ana-helena-chacon-el-pais-ha-dado-pasos-incuestionables-por-los-derechos-lgtbi/

2. Comentario hecho en rueda de prensa del diputado y apareció en el periódico digital el mundo.cr de Costa Rica: https://www.elmundo.cr/costa-rica/fabricio-alvarado-dispuesto-salirse-la-corte-idh-no-le-impongan-agenda-lgtbi/

RECONSTRUCCIÓN DEL PERÍODO: 2014-2018

Durante la administración del presidente Solís los dos grandes enfoques del gobierno fueron, primero, el tema de la fiscalidad y del déficit presupuestario que se empezó a hacer más notorio hacia mediados del período. Y, el segundo, es un enfoque técnico más consistente por parte del gobierno para atender situaciones de pobreza y de inclusión social. El primero fue el que acaparó la atención de la crítica parlamentaria, donde el PLN, partido con más diputados en la Asamblea Legislativa, llevó a cabo una crítica fuerte durante la presidencia del PAC, asociado al hecho de que hacia finales del mandato de Luis Guillermo Solís se anunciaron seguimientos a lo que en ese momento se creían eran una serie de casos de corrupción que el Ministerio Público costarricense dio a conocer. La debilidad del sistema de finanzas del país, pese a ser sostenido en el tiempo (Programa del Estado de la Nación y Desarrollo Sostenible, 2019) fue aprovechado por el PLN y otros partidos —especialmente de corte conservador— para atacar la primera gestión del PAC, que, si bien tiene su cuota de responsabilidad, también está en un marco de recorrido histórico. Así, por un lado, las criticas parlamentarias fueron por el tema fiscal e incompetencia administrativa y, por otro lado, debido a las posturas progresistas y de inclusión por parte de partidos conservadores.

Redistribución: el PAC siguió con una gestión propia de redistribución en diferentes programas como en el plano educativo, así como otros relacionados con atención a la pobreza. Sin embargo, se hizo un nuevo énfasis en el modelo de atención de dicha redistribución. Durante el período del PAC, el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) realizó ajustes en sus sistemas de cálculo y atención de la población.

El programa que centraba esas intenciones fue “puente al desarrollo” que tenía dentro de sus objetivos eliminar duplicidades, eliminar filtraciones de recursos, corrupción y clientelismo político. En el caso de lo último muy asociado a una práctica política común en América Latina en donde varios programas o dinámicas redistributivas tendían a un clientelismo cíclico en donde los mismos partidos eran reiteradamente votados debido a los recursos prometidos o destinados a ciertos sectores o grupos. En este caso, el programa proponía una mejora en varios niveles, tecnificación, registro, y multidimensionalidad en el análisis (Carballo, 2020, pp. 169-170).

Reconocimiento: el ámbito de los derechos humanos y el cumplimiento de los acuerdos internacionales relacionados empiezan a ser de mayor énfasis en los pronunciamientos del gobierno, la reacción de los diputados, como el caso de Restauración Nacional, es notoria como se indicó en la tabla 1.

La mención de los derechos de la comunidad LGBTI+, así como los reclamos de las manifestaciones feministas tienen mayor eco formal en el gobierno. Así mismo la atención y visibilización de las personas con alguna discapacidad física tiene espacio en el gobierno, sobre todo a cargo de la vicepresidente Ana Helena Chacón (Carballo, 2020, p. 170).

La mirada progresista del PAC incide en que la visibilización de otras poblaciones, históricamente excluidas del reconocimiento ahora tengan un poco más de presencia y legitimidad. Incluso, hacia el final del período, el gobierno realizó una consulta a la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el carácter obligatorio del reconocimiento al matrimonio igualitario, a lo que la corte dio su fallo en favor de dicho matrimonio. Situación que decantó en una crítica de diferentes partidos y grupos conservadores-religiosos en el país. La postura del partido Liberación Nacional, fue ambigua, mientras el partido Restauración Nacional y el Partido Unidad Social cuestionaron dicho fallo, y lo usaron para lograr cuotas de voto en las elecciones del 2018 (Carballo, 2021).

2.2. PERÍODO DE GOBIERNO 2018-2022

Dentro de un complicado escenario electoral en 2018, el PAC logró seguir en el gobierno ganando la segunda ronda electoral. Para lograr dicha victoria sumó fuerzas con otros partidos políticos con el objetivo de lograr apoyo electoral y, posteriormente, dicha alianza se convirtió en cargos en el gabinete de gobierno. Los partidos con los que el PAC se unió fueron el PUSC de un corte ideológico de derecha, y el Frente Amplio (FA) con un corte de izquierda. A esta unión Carlos Alvarado, el nuevo presidente, le llamó un gobierno de unidad. Dicha unidad se concibió frente a una oposición que aglutinó al partido conservador Restauración Nacional, quien logró la mayor cantidad de votos en la primera ronda electoral, y con el apoyo posteriormente de parte del PLN.

El primer punto de discusión llegó rápidamente cuando el gobierno envió a la Asamblea Legislativa costarricense la reforma fiscal. El debate generó una gran división, por un lado, había un apoyo de la reforma y, por otro lado, una crítica sobre el tipo de reforma que se estaba proponiendo. Con este contexto, en septiembre de 2018 se envió la propuesta de reforma fiscal y finanzas públicas. Desde septiembre hasta diciembre (mes en que al final se aprobó dicha reforma) se llevó a cabo una huelga que aglutinó a muchos sectores, pero que tuvo su principal fuerza por parte de los movimientos sindicales docentes y la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP).

La huelga fue perdiendo fuerza, tanto por el desgaste de las semanas y meses, así como la aprobación final que tuvo la reforma en la asamblea. Este escenario deterioró mucho de la idea de unidad que Alvarado había intentado transmitir con su gabinete de personas de diferentes partidos (Carballo, 2020, p. 171).

El ámbito económico del gobierno fue ubicado con el aporte del PUSC, así en política económica, el PAC desarrolló una dinámica que tendía al neoliberalismo; mientras que en el caso de la política de igualdad y acciones sociales estuvo a cargo del FA. En este sentido, la reforma fiscal que se aprobó en la Asamblea Legislativa, después de diferentes negociaciones y acuerdos, quedó bajo cuestionamiento, principalmente porque el tema de la evasión y la elusión no tenían tanto peso como otros, por ejemplo, el tema de la regla fiscal. Dicha regla es una restricción a la política fiscal, con el objetivo de establecer con el tiempo estabilidad y solidez, y la idea central de controlar y no dejar aumentar la deuda del gobierno. Así, aunque la reforma tenía grados mayores de progresividad fiscal que lo que ya existe, también tenía vacíos o muy pequeños esfuerzos en atender situaciones asociadas a los principales elementos asociados a la desigualdad que es la evasión fiscal y los procesos de acumulación internacionales (Piketty, 2014). Esto también llevó a modificaciones en la legislación de huelgas5 que fue duramente criticado por sectores sociales y debatido fuertemente, donde el PAC y el PLN también se aliaron en favor de dicha modificación con otros partidos secundando la propuesta.

Llegado el 2020, el gobierno de Alvarado había tenido 3 bajas sensibles en su grupo de ministros y viceministros. Los ministros de Hacienda (Rocío Aguilar) y el de Educación (Edgar Mora) habían renunciado, al igual que el viceministro de Hacienda (Nogui Acosta) (tabla 2). La presión pública influyó mucho en estas renuncias, también, incidió el papel de la presión legislativa, sobre todo por parte de la bancada del FA (con un solo diputado) al estar constantemente cuestionando el proceder del Ministerio de Hacienda en materia de constitucionalidad, accionar y competencias. Las renuncias en este Ministerio se dieron a los meses de haberse aprobado la reforma, así que en términos operativos el objetivo estaba logrado en primera instancia. La implementación quedó ya en manos del nuevo ministro de hacienda, Rodrigo Chaves (quien resultaría presidente en las elecciones de 2022).

Tabla 2. Expresiones de los grupos narrativos y especialistas sobre la Reforma fiscal, durante el período de gobierno 2018-2022

Fuente: Elaboración propia con fragmentos de las entrevistas (2019) procesadas en Atlas Ti.

RECONSTRUCCIÓN DEL PERÍODO: 2018-202

Durante la presidencia de Carlos Alvarado se dio un fraccionamiento del apoyo ciudadano a la gestión del gobierno, principalmente a partir de la aprobación de la reforma fiscal. Una huelga de 3 meses a finales de 2018 abrió un periodo complicado en términos de gobernabilidad y la continuidad del gobierno de unidad. Varios ministros fueron renunciando debido a diferentes presiones sociales. Desde la ministra y viceministros de Hacienda (Rocío Aguilar y Nogui Acosta), así como el ministro de Educación (Edgar Mora).

Las manifestaciones sindicales generaron un gran problema en términos de la regularidad económica y educativa del país. Generaron paros en distintos momentos que obligaban al gobierno a estar constantemente en negociación. En dichas movilizaciones existió también presencia de líderes religiosos (que estaban en coordinación con el partido político conservador Restauración Nacional) que incentivaron a la gente a manifestarse en contra del gobierno, pero con objetivos más conservadores y populistas (Carballo, 2020, p. 174).

Redistribución: Alvarado continuó con el proyecto “Puente al Desarrollo”, el cual estuvo bajo su cargo durante la administración Solís, cuando fue presidente ejecutivo del IMAS. La reforma fiscal estaba en la línea argumentativa del fortalecimiento de las finanzas públicas que permitían dicha incidencia de inversión social.

La situación de las finanzas públicas era muy grave para el 2018, tanto así que se dio una alianza en apoyo para dicha reforma entre el PAC y el PLN, apoyada por otros partidos políticos con menos fuerza parlamentaria. Podemos ver que de fondo los partidos políticos que se han repartido el gobierno desde 2006 —PAC y PLN— acuerdan un programa o reforma fiscal a sabiendas de lo que está pasando en el contexto de las finanzas del Estado. En el período de Chinchilla no se logró llevar a cabo dicha reforma, pero ahora ambos partidos lo ratifican en la asamblea, cosa que muestra la importancia que ambos le dan a esa problemática que se había venido gestando desde décadas. Sin embargo, varias de las críticas hacia la reforma están en que puede darle recursos frescos al Estado, pero no queriendo decir que se esté abordando necesariamente el tema de la desigualdad socioeconómica, ya que la nueva dinámica de tributos no toca en buena medida las grandes fortunas, ni toca de fondo la evasión (Carballo, 2020, p. 177).

Reconocimiento: el progresismo respecto a inclusión de la población LGBTI+ sigue estando presente en la administración Alvarado. El matrimonio igualitario tiene una presencia en la discusión, y a esto con más fuerza se le suma el tema del aborto; sin embargo, el tema del aborto se centró sobre todo en lo que se denomina aborto terapéutico o aborto impune (nombre legal). Situación que generó una reacción conservadora por parte de ciertos partidos políticos y sectores sociales. Asimismo:

…los sindicatos empiezan a hacer más evidente su molestia respecto a no ser tomados en cuenta respecto a las decisiones que los afectan, tanto en materia de impuestos, como en planos laborales más específicos, como son en el caso de los empleados públicos en sectores como salud y educación, y más aún en el marco del debate y aprobación sobre una reforma a la legislación de huelgas que plantea la ilegalidad de ciertos escenarios de huelga en el sector público. (Carballo, 2020, p. 178).

El partido de turno desde 2018 tomó una posición hacia un progresismo que no tocaba directamente la estructura socioeconómica más desigual, sino hacia una progresividad más inclusiva en términos de derechos ya existentes y cumplimiento de normatividad en función de protección e identidad. Pero, donde deja vulnerable los derechos laborales. “En esa situación la población, y grupos más conservadores, vieron una amenaza a su propia identidad moral-religiosa cristiana, que también fue leída bajo una consigna de reconocimiento hacia sus valores” (Carballo, 2020, p. 178), lo que llevan a reafirmar las luchas por el reconocimiento.

3. RECONSTRUCCIÓN A PARTIR DE LOS CRITERIOS DE DISCURSO SOCIAL: 2006-2022

Una vez realizada la reconstrucción histórico-discursiva de los acontecimientos a partir de las categorías de reconocimiento y redistribución se presenta lo indicado por cada grupo narrativo en función de los elementos: narración, argumentos y los intereses.

3.1. ÉLITE DE GOBIERNO

La narración de la élite de gobierno ubicada en el marco del PLN centra la creación de su narrativa con la metáfora del país especial, con el objetivo de hacer grande al país. Es decir, conectar a Costa Rica con los grandes circuitos del comercio, como el caso del Tratado de Libre Comercio (TLC), enviando un mensaje de un país poderoso, un país glorioso que estaba perdiendo su ruta histórica, un país que no tiene ejército, que tiene un premio nobel de la Paz —el mismo Óscar Arias—, y que está perdiendo su brillo. Además, de hacer alusión paralela de que en alguna medida es el PLN el que ha mantenido una unificación nacional. Mientras tanto, el PAC aborda la recuperación de un brillo en función de la inclusión. El PAC recupera simbólicamente los valores de solidaridad y ciudadanía que el mismo PLN había indicado en el siglo XX, pero que se le había acusado de haber perdido frente a su reconversión hacia la derecha en los años ochenta.

Así, la narrativa de la élite de gobierno bajo el PLN está localizada en metáforas como un país grande, glorioso, ejemplar, es una “élite visionaria” de grandes inversiones y construcción, muy asociado con el ala de la redistribución; mientras que en el caso del PAC aduce recuperar las virtudes de solidaridad, y agrega la diversidad, actualizando una narrativa estatal a la discursividad contemporánea internacional, es una “élite inclusiva” más en la línea de incluir el reconocimiento propia de miradas más progresistas (Carballo, 2020, p. 181).

El argumento central asociado con el PLN es que ellos señalan que tienen el mejor grupo de profesionales, es decir, son los que tienen el cuadro político histórico, y por haber sido los históricos líderes políticos a nivel de partido. Según ellos, son la mejor elección para liderar al país. Se justifica así una desigualdad respecto a que unos deberían mandar y otros no. Mientras que el argumento del PAC radicó en que precisamente se debe hacer un cambio debido a la ruta que dichos cuadros históricos estaban llevando al país.

De esto se identifica que el argumento principal del PLN es basándose en una especie de idea de ley de hierro de la oligarquía (R. Michels) que, por su condición de ubicarse en la élite social, económica y política, son los que llevan la impronta del mando y liderazgo. Por el otro lado el PAC argumenta bajo la lógica del cambio una propuesta más democrática, y a su vez haciendo alusión a la importancia de renovación de las personas en política que está más cercana a la idea de circulación de las elites de (V. Pareto). Esto ha permito la incursión de nuevas temáticas e intereses dentro de la agenda política (Carballo, 2020, p. 182).

El interés central del PLN estuvo en recuperar la presidencia de la república ya que, por un lado, no han sido gobierno en ocho años (y se ha extendido por 4 años más con la victoria electoral del Partido Progreso Social Democrático en 2022), así como recuperar parte de un prestigio social que se ha venido desvaneciendo por parte de la ciudadanía en el marco de la derechización y globalización de su política económica6. En el caso del PAC, el interés estuvo en generar, primero, una mayor gobernabilidad, y segundo, tener un poco más de apoyo social. Esto debido a que desde el final del gobierno de Luis Guillermo Solís y durante la administración de Carlos Alvarado han tenido una gran dificultad de avanzar en temáticas, especialmente relacionadas con la negociación con los grupos sociales. Además, hacia el final del mandato de Carlos Alvarado, se dio una continuidad en avances en materia de reconocimiento que van más allá de lo redistributivo, como leyes relacionadas con el aborto, entre otras.

3.2. OPOSICIÓN PARLAMENTARIA

La narración de la oposición estuvo ubicada en tres momentos. Inicialmente, la oposición al gobierno de Arias estuvo marcada por la oposición parlamentario del PAC que rechazaba el TLC, y defendía la idea de la solidaridad para enfrentarse al Tratado. Este Tratado se presentó como un ejemplo de neoliberalismo que atentaba contra el modelo solidario costarricense. Posteriormente, durante la administración Chinchilla (PLN) y Solís (PAC) se empezó a generar una pluralidad y atomización de las fuerzas de oposición en la Asamblea. Las políticas neoliberales se manifestaron de manera más duras desde las gestiones de gobierno, creando un clima de dificultad para pasar proyectos de ley que tuvieran un componente contributivo.

El tercer momento, está durante la administración Alvarado, donde surge un ala conservadora-religiosa, que se posiciona desde el marco de un ataque a los “valores costarricenses” y que había que restaurar a Costa Rica de dichos males, asociado sobre todo a los esfuerzos del reconocimiento a la diversidad y la pluralidad. Esto lo encarnó un partido pequeño, Restauración Nacional, que pasó a ser la segunda fuerza parlamentaria en 2018 (Carballo, 2020, p. 183).

Los argumentos de la oposición fueron cuatro. El primero fue el reclamo sobre la corrupción alta en la administración pública, pero este argumento puede ser usado por todos los partidos.

El segundo argumento fue contra el gobierno de Arias —sobre todo por el TLC— aduciendo la continuidad de un modelo que acentuaba las desigualdades sociales a nivel nacional-global. El tercer argumento que surgió con fuerza fue contra el PAC, quien se decía había creado un clima económico complicado y nefasto (Carballo, 2020, p. 183).

Este tercer argumento lo lanzó principalmente el PLN; sin embargo, el PAC contraargumentó que dicha situación es histórica y sostenida en el tiempo, donde el mismo PLN tenía mucha culpa al respecto. Al final, durante la gestión de Alvarado ambos partidos terminaron aliándose para pasar proyectos de ley. Finalmente, el último argumento fue una moralización cristiana. El partido Restauración Nacional canalizó el malestar social bajo preceptos religiosos, específicamente evangélicos, asociados a la injusticia y a la corrupción, tanto política pero también corrupción moral, donde la construcción de una resolución mesiánica estuvo marcando la pauta de la narración.

En el caso de los intereses, la oposición parlamentaria estuvo liderada por el PAC en el período 2006-2010, y aunque no logró evitar la aprobación del TLC, que era su principal objetivo, logró identificarse como uno de los nuevos partidos grandes del siglo XXI (aunque para las elecciones de 2022 desapareció completamente del parlamento), con una agenda más centrada en un Estado austero, cuidadoso y con una agenda ciudadana basada en la inclusión y el reconocimiento. Esto tuvo una relativa continuidad en el período de gobierno de Laura Chinchilla. En el caso de Luis Guillermo Solís del PAC, quién tenía ideas más progresistas, tanto sociales como económicas, fue atacado por el PLN, que buscaba recuperar una legitimidad afectada durante las elecciones en el 2014 con un candidato en aquel momento que dejó grandes dudas sobre la entereza ética del partido (Johnny Araya). Durante el gobierno de Carlos Alvarado tanto los diputados del PLN como del PAC y otros también del ala neoliberal del PUSC, se pusieron de acuerdo para pasar proyectos de ley, es decir, al menos en los primeros dos años, la asamblea tuvo una disposición no habitual para pasar proyectos, entre ellos, el más polémico de todos, la reforma fiscal. El interés del ala más conservadora en el 2018-2019 centró y centra su interés en comunicarse con sus seguidores, y la dinámica política, bajo lecturas morales de las leyes, alejados de toda discursividad de derechos humanos y progresismo. Asimismo, atacan constantemente al gobierno (siendo o no cierto lo que se aduce) para concentrar aún más su comunicación con los sectores o zonas que los apoyan; zonas que están concentradas sobre todo en las regiones más empobrecidas o con registros de bienestar social bajos (Rodríguez et al., 2019).

3.3. SINDICATOS

Esta narrativa fue la menos variante a lo largo de los años y gobiernos. Esto debido a que hay menos alteración en sus líderes y sus principios. Durante la administración de Óscar Arias formaron alianza contra el TLC. El PAC, muchos sectores sociales y universitarios se unieron con los sindicatos en función de una narrativa de defensa de la solidaridad y la economía nacional. De ahí que por lo menos durante el mandato de Luis Guillermo Solís existiera una relación de apoyo parcial. Los fragmentos indicaron que los distintos gobiernos han tenido vías de comunicación con los sindicatos, pero con el caso del gobierno de Alvarado se dio una ruptura profunda. La huelga de 3 meses en el 2018 por la disputa sobre la reforma fiscal evidenció la mirada opuesta sobre la forma de abordar el problema de las finanzas públicas.

La narrativa del sindicato es que la reforma misma es una forma de afectar a las y los trabajadores donde el peso del arreglo de las finanzas del Estado cae sobre los trabajadores, y no sobre los principales beneficiarios del sistema, las riquezas o el grupo político del país. La metáfora clave es una victimización y la traición a partir de un sistema desigual e injusto (Carballo, 2020, p. 185).

El argumento central estuvo precisamente en que mientras que las personas trabajadoras tienen que contribuir para solventar los problemas económicos, la clase política y las grandes fortunas tenían escuderos y estaban protegidas. El contraargumento que resienten los sindicatos, sobre todo del sector público, es que se les culpe de que ellos gozaban de privilegios y mejores salarios que las personas trabajadoras privadas. Además, se les decía que tenían que disminuir “sus privilegios”. Ellos ven esto como una desvaloración o un ataque a la calidad de vida de la población trabajadora, creando incluso un clima de confrontación con el sector privado. Un ejemplo que se manifestó de esto es una reforma a las huelgas que se aprobó en el 2020 en la misma Asamblea Legislativa por parte sobre todo de la alianza entre el PAC y el PLN.

La reforma fiscal dio paso a que las huelgas que se dieron como malestar sobre dicha reforma, crearan una posibilidad para controlar y disminuir la manifestación en el área pública y paralelamente disminuir los ya de por sí pocas posibilidades en el sector privado (Carballo, 2020, p. 186).

El interés de los sindicatos estuvo en mantener la cuota de derechos, tratando de no perder capacidad salarial-económica y simbólica de reconocimiento y prestigio. En un clima de incertidumbre sobre las opciones laborales y la desigualdad socioeconómica creciente, se empezó a crear miedo a perder calidad de vida. Asimismo, con las nuevas exigencias en el plano de los trabajos y la amenaza que se cierne sobre el problema de las pensiones en el mediano plazo, sumando la importancia de conservar y rendir lo mejor posible en el trabajo, se hizo de gran importancia y preocupación el contexto social de incertidumbre como parte de la construcción de realidad social.

4. CONCLUSIÓN

Si bien el marco de tiempo es amplio, es posible rescatar algunas consideraciones claras del trayecto discursivo. Además, recordando que el discurso social es un estudio cuya finalidad es el comprender a la sociedad, es decir, que a través de este tipo de análisis se accede a qué es lo que socialmente está interpretándose desde los grupos sociales. El discurso entonces es un síntoma del cambio social (Carballo, 2020).

La primera consideración es que la élite de gobierno ha pasado de ser una “élite visionaria y gloriosa” bajo el mando del PLN, a convertirse junto con el PAC, en una élite que podría describirse como “inclusiva” o que aspira a serlo. Dicho cambio se debe principalmente a que su enfoque se ha desplazado más hacia políticas de reconocimiento que de redistribución. Mientras que el PLN le dio el principal y casi todo el peso a la redistribución como manejo de la desigualdad a partir de una mirada neoliberal de la pobreza y de apertura comercial, el PAC incluyó una mirada más técnica organizativa de los programas de transferencias condicionadas de dinero heredado de gobiernos como el del PLN, y agregó una serie de medidas asociadas con elementos de visibilización y derechos humanos que están en la línea de las luchas por el reconocimiento (Fraser, 2006). Esto se alinea con la idea de Fraser sobre el problema que ella denomina “desplazamiento”, donde lo que quiere decir es que el reconocimiento puede estar absorbiendo el enfoque de la desigualdad, dejando el de la redistribución con menos atención o, incluso, sin ser abordado certeramente.

Una segunda conclusión tiene relación de lo expuesto anteriormente. Desde finales de la administración de Laura Chinchilla, en el 2013, y sobre todo durante las administraciones del PAC, el tema de los derechos humanos y una mirada más progresista sobre la diversidad de identidades generó una contra versión sociopolítica por parte de los sectores más conservadores del país. Esto lo canalizó un partido político conservador religioso llamado Restauración Nacional que aglutinó parte del descontento social bajo una narración mesiánica populista, lo que condujo a otro tipo de problemas que Fraser ha indicado como consecuencias de las luchas del reconocimiento. Esto es, que un grupo puede sectorizarse, debido a un problema de reificación como lo llama la autora. Es decir, cerrarse o mejor dicho encerrarse, y solo dialogar entre ellos, distanciándose de cualquier intercambio. Esto es propio de las narrativas o discursos fanáticos. Así, las luchas por el reconocimiento, que originalmente habían tenido eco en los movimientos de la comunidad afrodescendiente, LGBTIQ+ o del movimiento feminista, ahora se leen como un olvido y ataque a la tradición religiosa cristiana neopentecostal. Dicho partido político RN ha logrado canalizar en votos dicha consigna de reconocimiento, frente a un ataque de fuerzas “inmorales”, y que se suma a contextos de marginalidad social, con una aspiración de respuesta “milagrosa” (Pérez-Sáinz, 2019). La lógica de víctima y victimarios ha tomado de esta narrativa nuevos matices que dificultan la reflexión.

Por último, se encontró que la desigualdad social alta que afronta Costa Rica ha propiciado el surgimiento de nuevos liderazgos político-sociales que van desde una élite más intelectual progresista como es el PAC, hasta un liderazgo conservador que logró que grandes sectores poblacionales le dieran el voto. En otras palabras, la desigualdad está siendo el eje articulador de nuevos discursos de aspiraciones de justicia, que no necesariamente abordan de fondo el mismo problema, pero que están articulados con miradas respecto a los grupos sociales. Se puede resumir entonces que:

Tenemos así una visión en tres vías de cómo solventar o lidiar con la desigualdad social. Una vía progresista que es la “vía del futuro”: que ve la solución yendo hacia adelante a construir un espacio igualitario público; otra, la vía conservadora que es la “vía al pasado”, ubicándose en una sociedad mítica igualitaria, donde la igualdad está en principios morales-cristianos, o en su defecto, en pilares religiosos. No hay nada que construir o nada que repensar en función de una visión ciudadana institucional, sino más bien la idea de una edad dorada de supuesta igualdad. Y la “vía del presente”, que es mantener el rumbo. Es decir, que apuesta por mantener el crecimiento económico pese a todo y como eje central de la discusión político-económica. En otras palabras, sostener el modelo de sistema (Carballo, 2020, pp. 190-191).

En cada vía, la desigualdad se apreció diferente. En la “vía al futuro”, esta adquiere una complejidad de caracterización, es la que más vislumbra la dualidad existente entre la redistribución y el reconocimiento, pese al problema del desplazamiento indicado. En el caso de la “vía al pasado”, la igualdad es mítica por el sentido de que la diferencia (y sobre todo la diferencia que altera concepciones tradicional-religiosas cristianas) está marcada en la dimensión del reconocimiento, que ha acaparado gran parte de la batalla política del grupo conservador, donde la moralidad y la tradición son pilares inamovibles o casi inamovibles. Es decir, asumen una negación de reconocer diversidades que no sean la tradición heteronormativa, de división tajante de roles de género y familiar; y buscan un rescate supuesto de reconocimiento de dicho patrón tradicional sociofamiliar, ya que lo ven como bajo amenaza. La “vía al presente” es un statu quo, donde la “élite visionaria” quiere seguir asumiendo la dirección formal de la política costarricense vía la redistribución que tiene una lógica asistencial y resolver los problemas de los demás, sin que afecte la cuota de poder. Es una forma endógena tradicional del poder, basado en la centralidad de este, aunque se han visto asumiendo cada vez más elementos de reconocimiento. Se ve tanto la redistribución y el reconocimiento conviviendo en todas las vías, pero los énfasis son pormenorizados a cada vía y grupo.

Se evidenció así una mezcla de todos estos elementos en la última administración del PAC, donde medidas neoliberales y ciertas iniciativas progresistas formaron parte de la política económica, como la reforma fiscal de 2018, en alianza con una oposición parlamentaria tradicional (como es el PLN), que, si bien propone hacer mejoras en la capacidad de recaudatoria tributaria, no aborda la situación de la desigualdad propiamente dicha con mayor contundencia. En el caso de la oposición conservadora, la mirada mesiánica conglomera un apoyo de los sectores sociales más expuestos a las consecuencias de la desigualdad social (Rodríguez et al., 2019), pero que genera más bien un resguardo en un pasado idealizado, imposible de generar y que establece moralizaciones en la acción política que dificultan la confianza. Así, los criterios y la apertura hacia otros pensamientos son más difíciles de lograr, debido al miedo a lo diferente como amenaza, y también a la exclusión, sensación y acción que muchas personas viven rutinariamente desde hace décadas.

REFERENCIAS

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Carballo, P. (2013). Representaciones de y desde las élites político-empresariales costarricenses. Estudio a partir de los medios de comunicación políticos-empresarias. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, (161). https://www.flacso.ac.cr/images/cuadernos/ccs_161.pdf

Carballo, P. (2015). ¡Debatir o no debatir, he está la cuestión! Una reflexión de la campaña electoral 2013-2014. Revista de Ciencias Sociales, (147), 27-48. https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/sociales/ article/view/19791/19865

Carballo, P. (2020). El discurso social sobre la desigualdad social y la educación pública en Costa Rica 2006-2020 [Tesis de doctorado, Universitat Autónoma de Barcelona]. https://ddd.uab.cat/pub/tesis/2021/hdl_10803_670432/pecc1de1.pdf

Carballo, P. (2021) Restauradores y bicentenarios: los discursos alegóricos de la campaña electoral costarricense 2018. Revista de Ciencias Sociales, (174), 75-98. https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/sociales/article/view/52150/52236

Chilton, P. y Schaffner, C. (2000). Discurso y política. En T. A. Van Dijk (Comp.), El discurso como interacción social. Estudios sobre el discurso II. Una introducción multidisciplinaria (pp. 297-330). Editorial Gedisa.

Programa del Estado de la Nación y Desarrollo Sostenible (2019). Estado de la Educación informe 2019. https://estadonacion.or.cr/informes/

Fraser, N. (2006). La justicia scial en la era de la política de la identidad: redistribución, reconocimiento y participación. En N. Fraser y A. Honneth (Eds), ¿Redistribución o reconocimiento? (pp. 18-88). Editorial Morata.

Herzog, B. y Ruiz, J. (2019). Introducción: El análisis del discurso en sociología. En B. Herzog y J. Ruiz (Eds.), Análisis sociológico del discurso. Enfoques, métodos y procedimientos. (pp. 9-26). Universitat de Valencia.

Pérez-Sáinz, J. P. (2019). La rebelión de los que nadie quiere ver. Respuestas para sobrevivir a las desigualdades extremas en América Latina. Editorial Siglo XXI.

Piketty, T. (2014). El capital en el siglo XXI. Fondo de Cultura Económica.

Rodríguez, R., Herrero, F. y Chacón, W. (2019). Anatomía de una fractura. Desintegración social y elecciones del 2018 en Costa Rica. FLACSO y Fundación Konrad Adenauer (KAS).

Taylor, S. J. y Bogdan, R. (2010). Introducción a los métodos cualitativos de investigación. La búsqueda de significados. Editorial Paidós.


  1. 1 Este artículo se realizó gracias al apoyo de la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa (OAICE) de la Universidad de Costa Rica. Esto dentro del proyecto de apoyo para estudios en el extranjero. Este documento corresponde a una segunda parte de un trabajo más amplio que abarca el período 2006-2022, por lo cual se complementará con una primera parte que abarcó el período 2006-2014 en el anterior número de la revista.

  2. 2 Consultar: https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/sociales/issue/archive

  3. 3 Tesis doctoral titulada: El discurso social sobre la desigualdad social y la educación pública en Costa Rica 2006-2020 (Carballo, 2020).

  4. 4 Aquí la reflexión está dentro de la mirada equivalente de discurso como una perspectiva de textos. De hecho, el contexto macrosocial se llama también contexto intertextual (Herzog y Ruiz, 2019, p. 19). Pero si sustituimos al texto por otros elementos, como discursos, narraciones, etc. funciona igual en la medida de la comparación y el distanciamiento.

  5. 5 Para ver las modificaciones completas: https://delfino.cr/2019/09/asi-quedo-el-texto-final-del-proyecto-de-ley-de-regulacion-de-huelgas

  6. 6 Para ver una interpretación alrededor del proceso globalizador y la relación entre élites político-económicas y la construcción discursiva costarricense, véase: Carballo, 2013.